Selección entre el transporte aéreo y el marítimo

El aéreo es más rápido y el marítimo es más barato. Pero hay más factores que se deben considerar a la hora de seleccionar el mejor modo de transporte para tus productos y comparar el transporte aéreo con el marítimo. En este artículo, se exploran cuatro preguntas clave para ayudarle a tomar decisiones mejor justificadas:

• ¿Puede justificar la prima por velocidad?
• ¿Puede demorarse un poco más?
• ¿Puede estar seguro de cuál será su programa de producción?
• ¿Puede ser más flexible cuando sea necesario?

Descubramos juntos las respuestas.

Siempre vale la pena comparar los tiempos de tránsito reales del transporte aéreo con los tiempos del transporte marítimo en cada ruta específica. A medida que mejora la frecuencia de navegación y se toman medidas efectivas para abordar la congestión, por ejemplo - con mejoras en los puertos y en los canales, es posible que se sorprenda cuando vea qué tan rápido se podrían transportar sus productos en ciertas rutas marítimas, especialmente en las rutas intrarregionales. En nuestro reciente documento técnico Desbloquear el valor real de su cadena de suministro, describimos cómo una empresa cambió los modos de transporte de aéreo a marítimo para la distribución de Hong Kong a Corea del Sur, logrando una mejora de costos del 27 % y una reducción de CO2 del 28 %, mientras que solo aumentó el tiempo de entrega en un promedio del 6 %.

El tema del transporte ecológico es, por supuesto, cada vez más importante a medida que los clientes y otras partes interesadas analizan el impacto medioambiental de cada empresa antes de tomar decisiones de compra. La sustentabilidad y las ganancias ya no se consideran contradictorias, sino complementarias. En general, es posible que valga la pena dedicar un poco de tiempo de tránsito extra para ahorrar muchas emisiones y dinero.

Cuando sus productos no llenen un contenedor o cuando sea esencial enviarlos antes de que pueda llenar un contenedor, considere utilizar un servicio de carga menor que un contenedor completo (LCL). Esta solución de transporte marítimo puede ser más rápida que el servicio clásico de carga por contenedor completo (FCL), ya que no tiene que esperar a que se llene un contenedor completo. Lo asombroso es que, en algunas rutas intrarregionales cortas, es posible que el servicio LCL no sea mucho más lento que el transporte aéreo equivalente.

Como se explicó en un artículo anterior, las tarifas de transporte están en constante cambio, por lo que es importante entender cómo se calculan las tarifas.

El transporte marítimo suele ser la forma más rentable de transportar grandes cantidades de productos, especialmente cuando se llena un contenedor y, por lo tanto, se beneficia de los procesos de envío estandarizados. Vale la pena recordar que el transporte marítimo funciona mejor cuando está absolutamente seguro de cuál será su cronograma de producción, ya que puede haber una penalización de tiempo significativa por perder un intervalo de tiempo de envío en particular. Por ejemplo, si sus productos no llegan a un cruce marítimo de 24 días (de puerto a puerto) de Houston a Bremen, es posible que su contenedor deba esperar una semana entera antes de que zarpe otro buque, por lo que pasarían cinco semanas antes de que sus productos lleguen a sus clientes alemanes. Con el transporte aéreo, es probable que su espera por el próximo vuelo no supere las 24 horas.

Varias tendencias impactan en la comparación entre el transporte aéreo y el marítimo, por lo que las empresas deben rastrear estos desarrollos y estar preparadas para ajustar los planes de envío en consecuencia.

Hoy en día, la capacidad del transporte aéreo no está a la altura de la creciente demanda. Debido a esto, más transporte aéreo se traslada a vuelos de pasajeros que ofrecen menos capacidad de espacio y peso que los aviones de carga. Además, muchos producto - incluidas baterías de iones de litio, combustibles, artículos tóxicos, productos corrosivos o inflamables o que representen un riesgo para la salud pública - simplemente no se pueden transportar en vuelos de pasajeros, y estas restricciones son cada vez más estrictas y complejas.

Mientras tanto, hay menos transportistas marítimos debido a fusiones y quiebras comerciales, y esto significa que los fletadores tengan menos opciones. Por lo tanto, tiene sentido buscar modos de transporte alternativos. Por ejemplo, el transporte de mercancías por tren ya es una alternativa válida de China a Europa en la actualidad - con este modo ecológico, se pueden entregar productos más rápido que con el transporte marítimo y de manera más rentable que con el transporte aéreo.

Las lecciones del pasado revelan la importancia de permanecer flexible. Los cierres del espacio aéreo durante la erupción volcánica de 2010 en Islandia produjeron algunas de las tarifas de transporte aéreo más altas de la historia. Una conclusión clave ha sido identificar la resiliencia de la cadena de suministro, lo que permite identificar estrategias y rutas de envío alternativas para evitar la interrupción del negocio y el daño de la reputación. Y es posible que la causa no siempre sea un desastre natural. En este momento, muchas empresas están cambiando del transporte marítimo al aéreo para lograr una entrega más rápida en los EE. UU. con el objetivo de evitar potencialmente nuevos aranceles masivos sobre sus productos.